¿Es el momento de adquirir un vehículo de carga?

¿Es el momento de adquirir un vehículo de carga?

Desde 2023, el comercio de vehículos de carga en Colombia ha caído significativamente tras un crecimiento previo. A pesar de la desaceleración económica, hay señales de reactivación y una disminución en costos de transporte, lo que podría favorecer nuevas inversiones, aunque la antigüedad de la flota requiere modernización. Encuentre un análisis más profundo, a continuación.

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Por: Andrés Langebaek, Director Ejecutivo Estudios Económicos del Grupo Bolívar

El comercio nacional de vehículos de transporte de carga gozó de un buen desempeño entre 2018 y 2022, mostrando crecimientos de hasta doble dígito en el número de matrículas y el valor de las ventas. Aun en el año de la pandemia, las ventas de este tipo de vehículos crecieron 6% real, mientras el mercado completo cayó 23%.

Sin embargo, este escenario dio un giro ante la desaceleración económica por la que vienen atravesando desde 2023 gran parte de los sectores productivos del país y que no ha sido ajena a la comercialización de vehículos de carga. Las cifras revelan que las matrículas de estos automotores alcanzaron cerca de 17 mil unidades el año pasado y unas ventas por $3 billones, cayendo 33% y 42% real frente al año anterior, respectivamente.

Transcurrida la primera mitad del 2024 se observa que la tendencia contractiva continuó. En lo corrido del año, las matrículas de vehículos de carga a junio y el valor real de las ventas a mayo cedieron 31% en ambos casos.

  1. El incremento de las tasas de interés para créditos bancarios.
  2. La desaceleración económica.
  3. El incremento del precio de los vehículos.
  4. 4. Una menor disposición de los empresarios para invertir.
  5. El aumento de los costos para el transporte de carga.

Sin embargo, el comportamiento de gran parte de estos factores ha cambiado en los últimos meses, mejorando el balance y la perspectiva para este sector. En primer lugar, la reducción en la tasa de política monetaria del Banco de la República ha venido acompañada por una disminución aún más marcada en las tasas de interés de los créditos bancarios. Según cifras de la Superintendencia Financiera, las tasas de interés para créditos comerciales de leasing para vehículos bajaron de un promedio de 21.2% en junio de 2023 a 16.6% en junio de este año, descendiendo 4.6 puntos porcentuales.

El segundo elemento tiene que ver con el desempeño general de la economía. Si bien la actividad productiva sigue manifestando debilidad, continúa presentando crecimiento anual y aún las previsiones menos optimistas señalan una expansión del PIB este año superior a la registrada en 2023 (0.7%).

Y es que ya se observan algunos signos de reactivación económica, como mejores cifras de consumo de los hogares, secundadas por un retorno al terreno positivo en materia de importaciones. Esta dinámica ha permitido que, en el primer semestre del año, frente al mismo período del año anterior, la carga movilizada por carreteras colombianas crezca 8% anual en el caso de la carga sólida y 17% en el caso de la líquida.

A lo anterior se suma la desaceleración en el aumento de los precios de los vehículos de carga. Según el Índice de Precios del Productor, mientras en septiembre de 2022 estos alcanzaron una variación máxima de 9.6% anual, en junio del presente año la tasa se había moderado hasta 3%. Esta notoria desaceleración estuvo favorecida en principio por la recomposición de la oferta de vehículos a nivel mundial, que pudo superar buena parte de los problemas logísticos derivados de la pandemia de Covid-19 en 2020. Además, se vio reforzada simultáneamente por la apreciación del peso desde sus máximos alcanzados a finales de 2022.

Es posible que esta desaceleración continúe en los próximos meses en línea con el valor de estas unidades en dólares, teniendo en cuenta que, por ejemplo, en EE.UU. el precio de estos vehículos pasó de variaciones del 10% a inicios de 2023 a 0.7% en junio de este año.


No todas las señales son positivas para el transporte de carga

Sin embargo, no todas las señales son positivas. El año pasado la inversión en la economía cayó un 9% y las condiciones para invertir no muestran señales de recuperación. En efecto, de acuerdo con el indicador de percepción de los empresarios sobre la favorabilidad o desfavorabilidad de las condiciones económicas y sociopolíticas para invertir, que publica trimestralmente Fedesarrollo, aún existen señales complejas. La expectativa es que en la medida que el Banco de la República continúe con el ajuste de la política monetaria, este indicador muestre una mejoría.

El último factor tiene que ver con los costos del transporte de carga por carretera. Tal como lo reporta el Dane, estos han desacelerado de manera importante en los últimos meses, luego de haber alcanzado incrementos superiores al 10% anual en el segundo semestre de 2022 e inicios de 2023. En lo que va de 2024 el avance de los costos ha descendido notoriamente hasta el 3% anual en junio.

La desaceleración anual en los precios de algunos insumos básicos a junio se observa en ítems como las llantas (-6%), el costo de los vehículos y su apalancamiento (-7.9%), partes y piezas para el motor (0.9%), frenos (1.7%), lubricantes (1.9%), entre otros.

En todo caso, es importante señalar dos elementos que van en contravía de la tendencia favorable al transporte de carga que se ha señalado. En primer lugar, la magnitud del posible incremento del precio del ACPM, que había tenido mínimos cambios desde 2021 y cuyo ajuste es necesario para cubrir parte del déficit que acumula el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles.

El segundo elemento es el aumento pendiente de las tarifas de los peajes que, tras no haber aumentado en 2023 de acuerdo con los términos contractuales con el fin de evitar el impacto sobre la inflación de ese año, registraron su primer incremento el pasado 16 de enero (13.1%). A falta de un nuevo incremento acorde a la inflación de 2023 (9.3%), el ajuste que se realice en este sentido tendrá también un impacto en los costos.

Finalmente, hay que traer a colación la longevidad de la flota de carga terrestre. Según cifras del RUNT a junio de 2024, el parque automotor colombiano ascendió a 19.4 millones de vehículos y motocicletas activas, de los cuales cerca de 550 mil corresponden a transporte de carga. Al revisar el año de matrícula, se encuentra que la edad promedio de estos vehículos es de 21 años. Si bien muchos de estos automotores han sido repotenciados, la cifra es elevada y da luces de la necesidad de modernización de la flota por vehículos más seguros, eficientes y menos contaminantes.

Conclusiones

En conclusión, buena parte de los factores que durante cerca de dos años justificaron desestimar la posibilidad de ampliar o renovar la flota de carga muestran hoy cifras mucho más favorables. Precios de los vehículos con tasas de crecimiento cada vez más moderadas, menores tasas de interés que facilitan el cierre financiero para estas inversiones, bajos incrementos en los demás costos asociados a esta actividad y una economía con una mejor perspectiva de crecimiento que requerirá un mayor movimiento de mercancías soportan una mejora en el balance de las condiciones para tener en cuenta a la hora de invertir en un vehículo de carga.

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