¿Quiere competir por un espacio en los smartphones y las tabletas? El desarrollo de apps es el siguiente paso

Una app puede ser muy atractiva. Decir que su empresa tiene un app suena bien, le da un aire de modernidad a su negocio y puede ser parte del proceso de digitalización de una empresa, proceso fundamental para el desarrollo de cualquier pyme. Pero incorporar un app a su estrategia de negocio no es caminar una alfombra roja llena de halagos, cumplidos y aplausos. De hecho, se trata más de un camino lleno de retos y obstáculos, que comienza con encontrar una respuesta clara a las siguientes preguntas.

Según Statista, hay más de 2 millones de apps en el mercado. Eso significa que, cuando vaya a investigar, lo más probable es que encuentre apps que hacen algo similar a lo que tiene en mente. Se trata de un buen síntoma, porque es la confirmación de que existe demanda por aquello que quiere ofrecer. A partir de ese momento el reto consiste en definir que puede separar a su app del resto, qué la hace diferente y cuál es su propuesta de valor única.

En el caso de que no exista algo parecido, lo más importante es entender si el app que quiere construir va a solucionar un problema o va a facilitar un proceso para un grupo suficientemente amplio de personas. Eso no quiere decir que no pueda desarrollar un app para un nicho, pero mientras más amplio sea el mercado para su idea, más personas entrarán en contacto con su empresa.

Conocer con precisión quiénes son las personas que podrían utilizar el app que quiere desarrollar es clave para dimensionar el potencial que tiene, definir cómo monetizarla y diseñar una solución que cumpla con sus expectativas. Se trata de datos demográficos, intereses, comportamientos y aspiraciones, pero sobretodo, de entender cuál es el objetivo o el problema de esas personas y cómo el app puede servirles de solución.

Esa información es importante para el diseño y la experiencia del app, pero además, es también valiosa para construir estrategias de mercadeo cuando sea el momento de lanzarla, para expandir su base de usuarios cuando esté al aire y para retener a las personas que ya la estén utilizando.

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No tiene que ser un experto en desarrollo y responder esta pregunta de forma minuciosa para comenzar, pero sí debería tener una idea clara sobre quiénes podrían ser las personas que van a rodearlo y conformar su equipo. En ese sentido, puede contratar a una empresa, armar un equipo in-house o trabajar con freelancers. En cualquier caso, básicamente necesita un Project Manager que entienda muy bien el proceso de desarrollo de una app, un desarrollador para el back end, un desarrollador para el front end y un diseñador.

Juntos van a ayudarle a tomar decisiones sobe tecnologías, sistemas operativos, lenguajes, experiencia de usuario, procesos, costos, tiempos y un largo etcétera. Hacia ellos va a dirigir la mayoría de los recursos que tiene para invertir y por eso acertar en su elección es crítico. No escatime en el proceso de encontrarlos y en darles las herramientas que necesitan para trabajar. Ellos van a hacer realidad lo que tiene en mente.

Los costos exactos para el desarrollo de un app son difíciles de calcular por la cantidad de variables que están en juego. Usualmente, el costo está directamente relacionado con la cantidad de horas que se requieren para el desarrollo, lo que a su vez depende de las características del app, las funcionalidades que tenga y las decisiones a propósito de lenguajes, sistemas operativos y demás.

Como regla, antes de comenzar defina cuál es el mínimo producto viable para su primera versión, preguntándose qué es lo mínimo que debe tener su app para generarle valor a un usuario. ¿Realmente necesita un chat para comenzar? ¿Hace falta que sea en dos idiomas? ¿Necesita salir en Android y en iOS? Defina qué es lo que realmente necesita para dar una solución y trabaje en esa versión.

Luego puede construir sobre ella creando actualizaciones y desarrollos según la experiencia de los primeros usuarios. Ellos le dirán qué necesitan, qué les gustaría tener o qué les está haciendo falta. Así puede pensar en nuevas ideas y agregar nuevas funcionalidades, esta vez con la certeza de que son los usuarios quienes las están pidiendo.

Finalmente, hay apps que están diseñadas para generar ganancias, mientras que hay otras que simplemente quieren promover una marca. En el caso de las primeras, debe preguntarse cuál va a ser su modelo de negocio. Por ejemplo, puede tener un modelo de pago por descargas, tener publicidad en el app, hacer ventas a través de ella o tener características premium que se desbloquean a cambio de un pago. Es otras de las preguntas que debe responder.