Cómo el sector financiero puede potenciar a las pymes y empresas de café
Las cooperativas cafeteras se han convertido en el eslabón más importante para que el sector financiero potencie a las empresas de café de Colombia en el desarrollo de tecnología, conocimiento y comercialización del grano.
Tiempo de lectura
6 MinutosAunque el cultivo de café todavía tiene una importante participación en la economía colombiana, no se puede negar que cada vez es más competitivo tanto interna como externamente para las pymes y empresas de café nacionales.
Sin embargo, el sector cafetero en Colombia ya no es el mismo de hace unos años o de unas décadas atrás. Hoy no solo existen distintos modelos de negocios que, sin necesidad de cultivar el grano, se dedican a transformarlo y comercializarlo, sino que una de las tendencias del mercado actual apunta a comprar cada vez más los llamados productos de origen, también artesanales y cuya elaboración no afecte al medioambiente (le podría interesar: Desafíos de una pyme agro en la época de la agricultura sostenible) . Y es justo en este panorama donde las pymes y empresas de café pueden innovar.
De hecho, es tanto el potencial que puede adquirir el café en Colombia, que los bancos también prestan financiación a empresas de café que no necesariamente cultivan el grano, sino a las que se encargan de su transformación, comercialización y de prestar apoyo a los agricultores. Un ejemplo de este tipo de negocio son los créditos que pueden solicitar las cooperativas cafeteras, uno de los eslabones más importantes para el desarrollo tecnológico de este rubro y, también, el medio por el que el sector finanzas potencia a los negocios cafeteros colombianos.
¿Por qué son tan importantes las cooperativas cafeteras?
Antes que nada, una cooperativa de café es una asociación de pymes o empresas de café que se unen para aprovechar mejores oportunidades de comercialización de sus cultivos, brindar capacitaciones a los agricultores y aprovechar recursos a los que por aparte no pueden acceder. Es importante mencionar que cada miembro de una cooperativa hace una contribución periódica que la misma cooperativa reinvierte en sus gastos operativos y de personal. De esta manera es cómo se convierte en una empresa de café, sin tener que cultivar el grano o transformarlo.
En Colombia se pueden encontrar cooperativas de empresas de café con numerosos miembros o con apenas unos pocos. Seguramente, muchas de las pymes que comercializan con el grano ya hacen parte de ellas, y a otras que no, les llama la atención sus beneficios, que van más allá del respaldo financiero que puede ofrecer una cooperativa de cualquier otro gremio económico.
Una cooperativa de café bien administrada, por ejemplo, es capaz de potenciar el negocio de sus miembros. A través de ella es posible hacer grandes inversiones en tecnología que ayudan a los cafeteros asociados a sacar ventaja de las tendencias del mercado y a hacer sus negocios más competitivos. Algunas de los avances que se pueden implementar desde una cooperativa son:
- Tecnología. Comprar y adaptar tecnología moderna y sostenible con las antiguas prácticas de producción de las generaciones. Esto incluye macroproyectos que los agricultores por sí solos no pueden costear como: distritos de riego, generadores de energía alterna y compra de maquinaria que hace más sencilla y menos costosa la transformación del grano.
- Marketing. Una cooperativa de empresas de café es ideal para empezar a crear una cultura de marketing empresarial entre sus miembros. Con los recursos de la asociación se pueden contratar profesionales que elaboren y compartan su conocimiento del mercado, para que los caficultores puedan planear cómo innovar en el sector café tanto interno como externo.
- Capacitación. Para garantizar el desarrollo de los productores del café no solo se necesita tecnología y planeación en ventas, también se necesita que todos los que trabajan en la comercialización del grano incorporen conocimientos científicos en sus negocios. Esto no solo se traduce en métodos más eficientes en el cultivo y la transformación del café, sino que revela datos de la cultura del café en mercados externos. Obviamente una cooperativa también puede invertir recursos en desarrollar este aspecto.
¿Cuál es papel del sector finanzas en todo esto?
Es cierto, como ya lo hemos dicho, que las cooperativas pueden ser las encargadas de liderar todos estos cambios entre una comunidad de empresas de café. Pero, no se puede desconocer que estas grandes inversiones se dan gracias a que las cooperativas, a su vez, también cuentan con el respaldo financiero del sector de los bancos.
Por ejemplo, la mayoría de las cooperativas cafeteras están vinculadas a Davivienda debido a que desde hace más de diez años cuenta con la experiencia de Bancafé en el campo colombiano. Esto, les permite a las cooperativas de empresas de café acceder a líneas de crédito agroindustrial con tasas de fomento (tasas más bajas en comparación con las de los créditos comerciales, ya que tienen beneficios del Ministerio de Agricultura).
Aparte de esto, otro de los productos financieros que puede potenciar no solo a las cooperativas sino al resto de pymes y empresas de café son las tarjetas de crédito agropecuarias. Generalmente los bancos exigen (además de los requisitos habituales para obtener una tarjeta de crédito) demostrar dos años de experiencia en el sector agro para solicitar este producto que se adapta su pago al ciclo de producción del grano y que también cuenta con tasas más bajas respaldadas por el Ministerio de Agricultura.
En todo caso, estos productos bancarios dirigidos a empresas de café se han convertido en la forma cómo el sector financiero llega a potenciar a los caficultores, ya que les permite hacer inversiones que contribuyan al desarrollo tecnológico y comercial del café, un grano que sigue teniendo una importante participación en la economía colombiana.