Entérese de todo sobre el crédito pyme agro de fomento

Estar en el sector agro le da la oportunidad a su pyme de acceder a créditos de fomento para pymes o opciones de financiación a las cuales otras empresas no pueden. Pero, así como trae beneficios pertenecer a este segmento, también implica cumplir con compromisos tanto con sus aliados y con el país. Lea estas premisas que le ayudarán a entender un poco más el panorama y lo que debe tener en cuenta al momento de solicitar un crédito en la línea de fomento.

Un crédito de fomento es un préstamo otorgado por una institución financiera o gubernamental a una empresa o emprendedor, con el objetivo de apoyar su desarrollo o crecimiento. Estos créditos suelen ofrecer condiciones más favorables que los préstamos comerciales tradicionales, como tasas de interés más bajas, plazos de amortización más largos o garantías más flexibles.

Los créditos de fomento en Colombia, están disponibles a través de una variedad de entidades financieras, algunos ejemplos de créditos de fomento para empresas, pymes y negocios:

• Bancoldex: Banco de Desarrollo Empresarial de Colombia.
• Findeter: Financiera de Desarrollo Nacional.
• Finagro: Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario.
• SENA: Servicio Nacional de Aprendizaje.
• Bancos comerciales: Algunos bancos comerciales ofrecen líneas de crédito de fomento para pymes.

Los créditos de fomento empresarial pueden utilizarse para financiar una variedad de proyectos, incluyendo:

• Inversión en activos fijos: Compra de maquinaria, equipos, instalaciones, etc.
• Capital de trabajo: Financiar las necesidades de operación de la empresa, como pago de nómina, materias primas, etc.
• Crecimiento de la empresa: Contratación de nuevos empleados, expansión de la producción, etc.

Lo primero es que tenga claro que estos créditos solo se dan a personas naturales o jurídicas del sector agro que necesiten dos cosas:

1. Cubrir gastos del día a día. Es decir, capital de trabajo.

Si un agricultor necesita dinero para comprar abono e insecticidas para mantener su cultivo bien, puede solicitar una tarjeta de crédito especial para los productores primarios, la cual podrá pagar una vez la cosecha dé los frutos esperados. Estos créditos de capital de trabajo se adaptan a las diferentes necesidades y así los productores no descuidarán su actividad por falta de recursos.

2. Invertir en un proyecto de expansión o productivo.

Si un productor de leche necesita comprar un frigorífico de un mayor tamaño porque el que tiene actualmente se le quedó pequeño, puede solicitar un crédito en línea de fomento que se lo respalde. Eso sí, siempre y cuando sustente por qué va a impactar su productividad.

Cuando pida un crédito para una iniciativa productiva debe saber un par de cosas. La primera es que tiene que sustentar qué va a hacer con el dinero, por qué le ayudará en su día a día, si tendrá o no incidencia en el medio ambiente y cuáles son los tiempos en que piensa lograrlo. Esto es necesario porque los bancos reportan a Finagro cuáles son los proyectos que está ayudando a financiar y cuál es su contribución al desarrollo del segmento.

Como lo que proponga debe cumplirse, lo segundo que debe tener en cuenta es que cualquier novedad que implique que el proyecto cambie o se retrase tiene sí o sí que notificarla al banco, bien sea por el clima, aspectos coyunturales o inconvenientes con aliados o proveedores. Cualquier cosa es importante que la cuente.

La buena noticia es que en la estructuración y radicación de su proyecto usted no está solo. Hay bancos que cuentan con asesores especializados en agro que se encargan de solucionar sus inquietudes, acompañarlo en el proceso e indicarle los beneficios de su línea de financiación y el compromiso que adquiere de informar de manera oportuna que algo no salió como lo pensado.

En muchas ocasiones, los productores primarios desconocen la existencia de líneas de fomento o consideran que los grandes bancos no les van a otorgar la plata que necesitan. Para acabar con este desconocimiento, es clave el papel que juegan las comercializadores, transformadoras y las empresas que prestan servicios de apoyo en el Agro, que trabajan de la mano con ellos, ya que son quienes pueden informarles sobre la existencia de líneas de fomento y motivarlos a que se “monten en el cuento”. Es mucho más sencillo que aquel que cultiva frutas se anime a solicitar un préstamo en condiciones de fomento si la persona que se las compra es quien se lo sugiere.

Y en esta medida, si los negocios que ayudan a los ganaderos y agricultores los motivan a invertir en proyectos productivos, toda la cadena mejorará. Todos terminan ganando. Si se genera esa noción, los recursos destinados al agro serán mejor usados y el campo crecerá con ayuda de las pymes transformadores, los productores y la banca.